Daredevil (2015) Primera temporada

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La serie de Netflix que tanto estábamos esperando los fans del cuernecillos llegó por fin y ¡en streaming! El mes de abril estaba marcado en nuestro calendario desde hace mucho, también Juego de tronos para que nos vamos a engañar. El tiempo ha pasado y tras el revisionado de nuestro capítulos preferidos, aquí tenéis nuestra reseña. Enjoy it!

Creada por Drew Goddard y basada en el conocido superhéroe de Marvel, Daredevil nos cuenta la historia de Matt Murdock, un abogado ciego que por las noches combate el crimen como Daredevil. Pero este escueto resumen no os prepara para lo que vais a ver, porque lo importante no es la historia al fin y al cabo es un plantilla parecida a la de otros enmascaradossino la forma de contarlo. La manera de abordar la ficción.
Desde el primer momento con unas pocas pinceladas nos muestran el concepto, el tono y los personajes que van a poblar las calles de Hell´s Kitchen capitulo tras capitulo, siendo muy rupturista con sus homólogos del universo cinematográfico (cosa que se agradece bastante) y mostrándonos algo tan popular de forma novedosa, sobretodo si hablamos de la pequeña pantalla.
Nos encontramos entonces, con una historia urbana, con personajes de a pie con unos problemas más o menos realistas como puede ser dos abogados novatos que intentan montar un buffete desde cero en su antiguo barrio, lo cual acentúa cierto carácter social, que contrasta con el contexto del universo Marvel (en muy segundo plano), sin rastro alguno de superhombres con sus coloridos trajes ni conflictos cósmicos. La violencia explícita, el ambiente sombrío, los personajes de moralidad dudosa, la ciudad rota y la religión son otros elementos clave en el desarrollo de la trama principal. 
La cruzada de Matt Murdock es por lo tanto, conseguir limpiar a Hell´s Kitchen de los criminales que la pueblan, donde la justicia que él representa por el día no puede llegar, el enmascarado de noche sí. Dado que es una adaptación de otro medio, está claro que para sentar unas bases se necesita material donde investigar, aquí la base es muy clara: la obra de Frank Miller, el hombre al que le debemos el Daredevil moderno. La novela gráfica de mayor reminiscencia es El hombre sin miedo y no hay que ser muy listos para darse cuenta de ello. Lo más llamativo es el traje, que tanto a dado que hablar y que finalmente es uno de los grandes logros de la serie, dotando al actor de espacio de expresión además de dar un carácter intimidatorio a pesar de ser un simple pañuelo en la cabeza con una vestimenta de calle que cualquiera podría ataviarse. 


Uno de sus aciertos es que la serie se toma mucho tiempo y esfuerzo en los secundarios, tratándolos con mucho mimo, sembrando subtramas muy importantes alrededor de ellos. No son unas meras comparsas sino unos elementos fundamentales, los pilares donde se asienta la lucha de Matt/Daredevil donde los personajes como Foggy, Karen Page, su padre Jack Murdock o Ben Urich... funcionan muy bien en todas y cada una de sus apariciones, dando lugar a momentos decisivos, que marcarán de una manera u otra las acciones de nuestro querido protagonista.
Pero, sin lugar a dudas lo que es más importante para toda historia de superhéroes es tener un contrincante que le ponga contra las cuerdas y que tenga que superarse a sí mismo para poder derrotarlo en el último momento. En este caso encontramos en la némesis del enmascarado al personaje más importante (y el que más hype creaba), no es otro que Wilson Fisk alias Kingpin. Un criminal despiadado que controla el crimen desde su torre de marfil, encarnado por Vincent D'Onofrio, nuestro querido soldado patoso de La chaqueta metálica. Es el personaje antagónico casi perfecto, un juguete roto que es capaz de destrozarte con todo su poder, tanto físico como económico y que tiene en su relación romántica con Vannesa un contrapunto de humanidad que le dota de muchas aristas, siendo uno de los personajes con más matices. 

Las cosas siempre se le ponen muy crudas al pobre Daredevil y como todo buen superhéroe hay un abundante número de escenas de acción que aquí están tratadas con mucho mimo, mostrándonos peleas con violencia desagradable y no muy efectista como un Cronenberg tardío. Coreografías que enmarcan diferentes estilos de artes marciales así como realismo sucio, juegos con el fuera de campo y un montaje muy acertado. Siendo clave en muchas ocasiones las secuelas de dichos combates (tanto las heridas recibidas como el cansancio), no como en las películas de sus hermanos cinematográficos en las cuales pocas veces están extenuados o tienen heridas de los enfrentamientos anteriores. Daredevil es real, de carne y hueso. Es un hombre imperfecto, con sus aciertos y sus errores, que lucha por la justicia para intentar sacar su barrio a flote. Esto crea una empatía total del espectador, el sentido del esfuerzo, la lucha de un hombre.
Tras una primera temporada notable, esperamos desde ya su continuación con el anuncio de Punisher como personaje estrella y a pesar de estar enmarcada dentro del universo de Los vengadores, esto no es un lastre. Las claves son bien distintas, esto no es cine. No hay que olvidar que estamos ante una televisión privada, donde se permiten tratar los temas de una forma diferente, cosa muy importante debido a esa crudeza de la que busca en todo momento. Así que esperemos que en breve nos lleguen más noticias sobre la nueva temporada de Daredevil, el héroe ciego que nos ha hecho ver que estas historias pueden triunfar fuera de las viñetas con la óptica pertinente. Sin duda el futuro del personaje es prometedor.

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